domingo, 18 de septiembre de 2016

El aire de la calle (de Dublín)



Hoy facebook me ha recordado que hace justo un año que inauguré “Alma de Superhéroe”. Este lugar donde un poco más adelante iba a compartir con todo el mundo que me había decidido a cumplir un sueño.

Hoy tenía, necesariamente, que escribir algo. Y aquí, en este año, cada palabra escrita ha tenido siempre un sentido y el sentido casi siempre es una persona (o más de una). Y hoy también.

Porque además, es septiembre y septiembre a mí siempre me huele, me sabe y me suena a Dublín. A la ciudad más bonita del mundo y a la que más me ha llenado el alma hasta ahora. Hace cinco años mi vida estaba cambiando por momentos. Cada minuto, cada persona que se cruzaba, cada palabra pronunciada en un inglés incomprensible para mí. Cada paso, cada fachada, cada castillo y tantos puentes. Todo me estaba enseñando, siempre. 

Y septiembre, y Dublín, y todo lo demás a mí también me dice Rocío. Porque nada, nunca, hubiera sido así si aquél avión no lo hubiéramos cogido juntas.

No exagero si os digo que aquel septiembre reí más que en toda mi vida (y me he reído mucho en mi vida eh). Reír hasta llorar. 

Han pasado cinco años en los que no hemos hecho más que seguir sumando. Seguir creciendo y seguir compartiendo. Hemos arreglado decenas de putos días, hemos comido pizza hasta reventar, hemos pateado calles (lo que más me gusta). Nos hemos seguido riendo tanto o más. Hemos compartido un libro y hasta un proceso legal (porque a veces la vida tiene esas cosas).

Este septiembre más que ningún otro espero que te invada el espíritu irlandés del verde esperanza y el trébol de la buena suerte. Porque aunque a veces parezca que no, todo pasa. Y al final siempre ganan los buenos.

Que los demás vayan y vengan, y hagan, y digan, y mientan… nosotras vamos a seguir estando, y riendo, y soñando.

Ya sabes, acuérdate de vivir.

<“Memento vivere”, se podía leer en algunas inscripciones de antiguos relojes de sol.
Acuérdate de vivir. Cuando veas pasar el tiempo inexorable, arrastrado por el sol de estos días inciertos, acuérdate de lo que queda pendiente, de la obligación de perseguir los sueños, de las ventanas abiertas. Aunque la ciudad a veces parezca Fort Apache a punto de claudicar, aunque a veces tu pena exhale un perfume muy dulce y se apaguen los cuerpos, acuérdate de vivir.
>



PD: son las 6 y el despertador dice que el aire de la calle nos espera.


No hay comentarios:

Publicar un comentario