domingo, 17 de febrero de 2019

Te veo entre la gente


Hace tiempo que no escribo porque un día me dio por pensar que casi siempre escribo para quien menos lo merece. Supongo que todas las personas que escriben o crean, lo hacen para aquello que no lo merece. Y es curioso. 

No sé si es porque lo que más duele más inspira, o porque a veces escribimos por necesidad. Por sobrevivir. Por soltar. Por querer llegar a alguien que no está. Por quitarnos de encima el peso de todas las palabras que queremos decirle a alguien que no quiere escucharlas. Y estaba cansada de llenar páginas con partes de mí que iban a parar a ningún sitio. Me di cuenta de que las cosas más importantes de mi vida las había escrito para personas, cosas o causas que nunca iban a entender la magnitud de mis palabras. Y me fui.

Hoy he decidido volver aquí sólo porque me apetece. No porque lo necesite. Si no lo he hecho últimamente no es porque no me inspirasen, sino porque quien lo hace está ahí. Porque no necesito sobrevivir escribiendo algo que quizá lea, o quizá no. Porque no necesito imaginar. Ni un medio por el que hacerle llegar lo que siento. Porque tengo la suerte de poder hacerlo con un beso, con un abrazo. De poder decírselo sin miedo, de no tener que esconderme en este sitio, ni en un libro. 

Hoy tengo la suerte de que quien me inspira es alguien que me permite ser yo y si no necesito escribir es porque no hay nada dentro de mí que me dé miedo mostrarle. Y aún así, me apetece hacerlo. 

Me apetece escribirle a ella y decirle que si no lo he hecho antes, es porque no me atrevía. Porque para quien no lo merece, cualquier palabra es demasiado; pero para quien sí, todas las palabras serán siempre poco. Por eso no lo he hecho antes. Porque qué se le dice a alguien que te salva. Qué se le dice a alguien que te devuelve todo lo que habías perdido. Qué.

No sé qué podría decirle a alguien que es todo lo que había soñado. Nada sería suficiente, nada sería tan bonito. Pero aún así, espero llenar muchas páginas de ti. De amor, de sueños, de ilusión, de futuro, de pasión, de deseo, de esperanza, de felicidad. Quiero llenar muchas páginas con todo eso de lo que tú me llenas a mí. Y espero escribir(te) siempre solo porque sí, espero no tener que hacerlo nunca porque ya no estés. Que me inspires sin doler, que me dejes siempre ser. Y que siempre sea contigo. Y que siempre seas conmigo.



“Y te elegiría una y mil veces
Aunque el viento sople fuerte
Yo te sigo la corriente
Donde me quieras llevar”