viernes, 1 de julio de 2016

NO LO ELIGES



Y da igual que creas que sí, porque no. No eliges. 

Las cosas importantes en la vida no se deciden. No se programan ni se planean. Las cosas verdaderamente importantes, pasan. Te pasan.

No se puede elegir lo que te gusta y lo que no. No te defines a tu antojo. No tienes razones para ser de dulce o salado, de día o de noche; simplemente eres. 

Las cosas que te remueven, si lo piensas, nunca son las que habrías imaginado. Quizá ni siquiera las que habrías querido. Pero no puedes escoger por quién lates más fuerte. La voz que te eriza; la risa que te contagia. 

Una no encuentra su canción preferida; es la canción la que te encuentra a ti. Y así siempre, así todo. 

La película que te deja pegada a la pantalla (por mala que sea), el deporte que te apasiona. El trago que mejor te sabe. 

No eliges las personas, los lugares ni los momentos que pueden salvarte. Pero existen, llegan. Y puedes salir corriendo o puedes quedarte a disfrutar, porque hay cosas que no necesitas escoger ni controlar. 
Hay cosas que nunca podrás evitar y lo mejor que puedes hacer es dejar que te pasen sin pelear.