martes, 27 de octubre de 2015

Las que se van, las que se quedan y las que llegan.



Hay personas que se van, hay personas que se quedan; y hay personas que aparecen para que sepamos por qué unas se fueron y otras se quedaron.

Yo creo que eso es algo que llevamos en nuestro ADN. Somos de irnos, o somos de quedarnos. Luego, las que aparecen son suerte. La suerte del momento y el lugar. O el destino, de estar en ese punto del camino para ti. O tú para ella.

A veces unas se van para engrandecer a las que se quedan. Otras se quedan para enseñarnos que aún vale la pena. Y siempre hay alguna que aparece para que, por un momento, lo demás no te importe. Ni los que se fueron, ni por qué se fueron; porque qué más da, si ahora has llegado.

Quizá es que sí, “a veces tienes que perder para luego poder ganar”. Y hay días que sabes que has ganado. Lo sabes porque te sonríe el corazón, porque haces magia y te olvidas de dormir. Lo sabes; no sabes por qué pero lo sabes. Y a veces eso es suficiente.

Siempre llega el momento de agradecer a quien se fue, y de agradecer a quien se ha quedado. Y hoy es el momento de agradecerte que hayas llegado, ya veremos para qué.

2 comentarios:

  1. Una de mis amigas en un viaje mágico me comentó la teoría del universo, con una buena actitud el unicerso conspira para que seamos felices..otras veces, nos pone a personas frente a nosotros, algunas tóxicas, pero porque necesitamos aprender algo, si no conseguimos aprenderlo, nos las vuelve a poner, y así hasta que aprendemos. El universo es sabio...esto es un poco de lo que tu hablas...gente que viene, aprendemos la lección y se van...a veces es bueno que vengan para que se vayan...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Supongo que sí, llegan para algo y se van por algo. Y al final siempre está bien, tanto que se queden como que se vayan. Todo al final siempre está bien, la vida sigue y todo se recompone para ello.
      Gracias por comentar ;)

      Eliminar