martes, 29 de julio de 2025

ABANDONAR SUEÑOS

 

En estos últimos meses, en varias ocasiones, he escuchado a mi cantante favorito (no hace falta que diga su nombre) hablar de lo duro que ha sido llegar a donde está. Recordar cuántas veces, a lo largo del camino, pensó en abandonar. En dejarlo todo y volverse al pueblo y seguir con su vida de antes.


De repente algo me ha hecho tomar conciencia. Pensar, si en algún momento él hubiera decidido abandonar, si hubiera dejado de hacer lo que hace… ¿cómo habría afectado a mi vida?


Parece una relación absurda, pero no lo es. Si él no hubiese seguido intentándolo, quizá mi canción favorita no existiría. No habría vivido muchas de las noches inolvidables que he vivido. No tendría una herramienta que ahora considero imprescindible en mi vida para ser feliz.


Así que, de alguna manera, que una persona decidiera seguir peleando por sus sueños ha influido en los míos. Me ha hecho feliz, me ha acompañado, me ha definido incluso. Y me ha salvado.


Y pensándolo bien, esto ocurre cada día con todas las personas del mundo.


Lo que hacemos o no, en algún momento, va a repercutir en los demás. 


Los libros que leemos, las canciones que escuchamos, los trabajos a los que aspiramos, las medicinas que nos curan… todo, dependió de alguien, nació de alguien, lo creó alguien. Alguien que seguramente tuvo muchas dificultades, que quiso rendirse y dejarlo, no seguir. Pero que tomó aire y volvió a intentarlo. Hasta que le salió esa estrofa, hasta que terminó ese libro, hasta que creó su empresa, hasta que descubrió la cura.


Cuando una deja de pelear por un sueño, también se lo está robando a otras personas. Otras personas que algún día querrán disfrutar de lo que tú creaste.


Quizá, al escribir un libro, yo influí en alguien que lo leyó, quizá hice feliz a alguien, o le descubrí algo. Si no lo hubiese hecho, si lo hubiera dejado sin acabar, yo no habría cumplido mi sueño y a lo mejor habría afectado a los sueños de alguien más.


Lo que hoy creamos, mañana puede cambiar a otros, hacerles quienes son. Me parece un gran privilegio y una gran responsabilidad. Y a lo mejor, cuando nos den ganas de tirar la toalla, abandonar un proyecto, dejar atrás un sueño… podemos pensar en eso, en lo que estamos quitando a los demás, al mundo.


Gracias Manuel, por no dejar nunca de creer en tus sueños y pelearlos una y otra vez. Eres parte de quien soy hoy. Y aquí, cada uno, podéis cambiar “Manuel” por el nombre que queráis. 


Agradeced a los que trabajan cada día por conseguir sus metas, y no dejéis de perseguir las vuestras. Otros os lo agradecerán también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario