domingo, 16 de enero de 2022

Me dijeron de pequeño...

 

“Me dijeron de pequeño, dónde vas que tú no puedes”, canta “mi Manuel”. Y qué importante lo que nos dicen.

El día que publiqué mi última entrada (la que hablaba sobre el suicidio) lo hice llena de dudas. Quizá porque hacía tiempo que no publicaba, quizá también por el tema del que quería hablar. Quizá porque creía que mis palabras podían ser malinterpretadas y era una cuestión delicada.

El caso es que lo subí con cierto recelo. Pero después, pasó algo maravilloso. Y fueron vuestras palabras de vuelta.

Los comentarios que algunas de vosotras me dejasteis me llenaron el corazón. Me hicisteis saber que lo que había expresado salía de dentro de mí (como siempre) y que fue recibido con la misma empatía y la sensibilidad que yo lo había escrito. Por tanto, nada de malas interpretaciones. Y me hicisteis saber cuando escribo consigo cosas que no podría conseguir de ninguna otra forma. Consigo expresarme, conectar, sensibilizar… puede que incluso consiga que simplemente, alguien pase un buen rato leyendo(me). O, como alguien me dijo por aquí: “remover conciencias”.

Y eso es algo que me llena más que nada en la vida.

Más de una vez, personas que me conocen bien, me han dicho que escribo como siento. Tal vez por eso no soy constante aquí, porque lo que escribo es lo que soy y, a veces, lo que tengo dentro no puede compartirse. Y no escribo, y dejo de hacer lo que más me gusta porque no estoy.

Pero cuando vuelvo, y lo hago, y me vacío, y me comparto; siempre aparece alguien. Alguien que me recuerda que esto tiene algún sentido. Que lo he hecho bien. Alguien que me anima a seguir escribiendo. Alguien que leyéndome intuye que me pasa algo y me pregunta. Alguien que se identifica con mis palabras y las comparte.

Y así, escribir me hace estar un poco más “viva”.

Así que gracias. A todas las personas que me leéis y que me hacéis saber que estáis ahí, que os ha gustado, que queréis más.

 

Si este es el único “don” del que me ha dotado la vida, tendré que hacerle caso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario