Hay veces que es mejor irse, antes de que sea
tarde.
Antes de que olvides el camino de vuelta, cómo
retroceder.
Antes de olvidar quién eres y cómo has llegado
hasta aquí.
Antes de que una bomba estalle. Antes de que nos
hayamos hecho pedazos.
Antes de que volemos por los aires.
Irse cuando aún conservas las dos piernas y el
corazón fuerte. Para correr.
Correr sin volver la vista. Sin dejar pedazos.
Irse antes de la destrucción.
Me voy porque no puedo quedarme a medias.
Y deberías irte porque no puedes quedarte del todo.
Hay veces que es mejor irse, aunque nunca sepamos
si podremos volver.
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