Hay personas que se van, hay personas que se quedan;
y hay personas que aparecen para que sepamos por qué unas se fueron y otras se
quedaron.
Yo creo que eso es algo que llevamos en nuestro ADN.
Somos de irnos, o somos de quedarnos. Luego, las que aparecen son suerte. La suerte
del momento y el lugar. O el destino, de estar en ese punto del camino para ti.
O tú para ella.
A veces unas se van para engrandecer a las que se
quedan. Otras se quedan para enseñarnos que aún vale la pena. Y siempre hay
alguna que aparece para que, por un momento, lo demás no te importe. Ni los que
se fueron, ni por qué se fueron; porque qué más da, si ahora has llegado.
Quizá es que sí, “a veces tienes que perder para
luego poder ganar”. Y hay días que sabes que has ganado. Lo sabes porque te
sonríe el corazón, porque haces magia y te olvidas de dormir. Lo sabes; no
sabes por qué pero lo sabes. Y a veces eso es suficiente.
Siempre llega el momento de agradecer a quien se
fue, y de agradecer a quien se ha quedado. Y hoy es el momento de agradecerte
que hayas llegado, ya veremos para qué.
Una de mis amigas en un viaje mágico me comentó la teoría del universo, con una buena actitud el unicerso conspira para que seamos felices..otras veces, nos pone a personas frente a nosotros, algunas tóxicas, pero porque necesitamos aprender algo, si no conseguimos aprenderlo, nos las vuelve a poner, y así hasta que aprendemos. El universo es sabio...esto es un poco de lo que tu hablas...gente que viene, aprendemos la lección y se van...a veces es bueno que vengan para que se vayan...
ResponderEliminarSupongo que sí, llegan para algo y se van por algo. Y al final siempre está bien, tanto que se queden como que se vayan. Todo al final siempre está bien, la vida sigue y todo se recompone para ello.
EliminarGracias por comentar ;)