VIRUS. La palabra más escuchada
de los últimos meses.
Estamos viviendo un
momento de miedo, de incertidumbre y de reflexionar mucho sobre la importancia
y el valor de la vida. Viendo con nuestros propios ojos la crudeza de un virus
que MATA. Que mata y que además, nos priva de libertad. De vernos, de
abrazarnos, de besarnos, de disfrutar de un bar, de un concierto, de una juerga.
Muchos de los que hace
unos meses eran incapaces de sentir una pizca de empatía hacia quienes huían de
otras guerras, están viviendo en sus propias carnes que hay cosas en la vida
que “te tocan” y da igual quién seas y dónde hayas nacido.
Un (corona)VIRUS ha
conseguido que todos seamos iguales al menos en UN sentido y en un momento de
la vida. Y ahora que he captado vuestra atención (porque parece que es lo único
que nos importa ahora) y sin intención de menospreciar la importancia, el poder
y el impacto del coronavirus en nuestras vidas, voy a aprovechar para
recordaros (o para contaros a quienes aún no os habíais enterado) que el mundo
está lleno de otros muchos VIRUS que matan a diario, y que privan de libertad,
y de abrazar, besar…
Sí, desgraciadamente hay
muchos virus en nuestra sociedad que deberían dar(nos) mucho más miedo que
este. Os voy a nombrar rápidamente algunos: machismo, violencia de género, racismo…
y, me vais a permitir que barra un poco pa´casa: la HOMOFOBIA.
Lo peor de estos virus es
que la gran mayoría de la población permite y contribuye a su propagación. ¿Sabéis
(principalmente) por qué? Porque no os toca “de lleno”. Ninguneáis estos virus,
los toleráis y alimentáis con risas, con bromas y con silencio porque nunca pensáis
que os van a afectar. Igual que hace dos meses, cuando el coronavirus arrasaba
China y parecía que aquí nunca iba a llegar. PERO.
Comparto con tod@s vosotr@s
un vídeo que desde ayer, me tiene con el corazón encogido. Un vídeo que (a
pesar de estar yo ya bastante concienciada) me ha hecho reflexionar más si cabe
sobre la importancia de pelear, de combatir y erradicar la homofobia de
nuestras vidas. Os recomiendo, en un rato libre de estos que tantos tenemos últimamente
muy a nuestro pesar (o no), que os sentéis tranquilamente y lo veáis. Que además,
aunque os resulte duro, lo veáis hasta el final. Que escuchéis cada palabra,
que le prestéis atención y que penséis en ese niño como si fuera vuestro hijo, vuestro
hermano, sobrino, hijo de amigos, vecino… como simplemente UN NIÑO.
Por favor, educad a vuestr@s
hijos en la diversidad. Enseñadles lo que de verdad es el mundo, que está lleno
de PERSONAS y que tod@s somos iguales. Que lo que está “bien” no es solo que un
hombre ame a una mujer, que los niños tengan un papá y una mamá, ni que las
niñas lleven vestido y los niños jueguen al fútbol.
Dejadles ser quienes quieran
ser (o quienes son, simplemente) y dadles las herramientas necesarias para
encontrar su camino. Enseñadles, habladles y mostradles todas las
posibilidades, con naturalidad; con amor; de eso se trata al fin y al cabo. DE
AMOR.
Pero sobre todo,
educadles en el respeto absoluto hacia los demás. No permitáis jamás una burla,
una broma o una palabra hiriente hacia otro niño por su orientación sexual, su
manera de vestir o sus gustos. Porque, como dice Rubén en el vídeo muy
acertadamente a mi parecer, “la homofobia es un monstruo al que le das la mano
y te coge el brazo”. Así que no, no se tolera NUNCA, en ningún caso, a ninguna
persona (no me vale siquiera los abuelos porque es que “son de otra época). NO.
Porque aunque a la
mayoría de vosotros no os afecte (o eso penséis), el mundo está lleno de “Gabrieles”.
De víctimas de la homofobia, de personas que viven con el mismo miedo, la misma
incertidumbre y la misma privación de su libertad que estás sintiendo tú en
estos tiempos de coronavirus.
Salir a la calle sin
saber si te vas a coger un virus que a lo mejor te mata y salir a la calle sin
saber si hoy te va a tocar recibir una paliza por ir con tu chico/chica de la
mano; es lo mismo. ¿LO ENTENDÉIS?
Os aseguro que a mí, personalmente,
me da más miedo (ya no solo por mí misma, que también) que un día mi hijo sea
discriminado o apaleado por tener dos madres, que cien mil pandemias.
Así que yo no pienso
tolerar ni una pizca de este virus llamado homofobia a mi alrededor. Y pienso
hacer todo lo posible porque todos los niños que conozco y los que no, sepan,
entiendan y respeten la diversidad. Porque todos tengan derecho a esa educación
y que nadie les limite ni les inculque el rechazo y el odio hacia los demás. (Y
aquí me acuerdo de nuevo, amigos y amigas, del PIN PARENTAL).
Por favor, de nuevo os
pido, que veáis el vídeo. Y ya me contáis qué os ha parecido.
PD: se me está haciendo
la boca agua pensando si se pudiera decretar el estado de alarma contra todos
estos virus. Qué maravilla de mundo nos quedaría con el confinamiento absoluto
de homófobos, machistas, maltratadores y demás perlas. FANTASÍA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario