Aquí se
vuelve cuando hay algo que contar, que soltar o puede que destruir. Aquí se
transforman las coincidencias, las casualidades y los porqués.
Los menos
mal.
Lo que nace
de sólo un par de amaneceres. De esos en los que abrir los ojos es mejor que
seguir soñando.
Y entre
tanto ruido, tanta gente, tanto ron y tanta vida… yo solo quiero que mañana nos
resucites tú.
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